“Estoy muy apenada, con mi hija Guadalupe”, declaró ayer al mediodía la cantante Suna Rocha a LA GACETA desde las puertas del sanatorio Güemes, donde poco antes había fallecido su ex marido y padre de su hija, Raúl Carnota. El artista tenía 66 años, y padecía una grave enfermedad pulmonar.
“Es un referente fundamental de la música popular, sobre todo en esta época de tanta canción lavada de contenido -opinó Rocha-. Ha compuesto una obra maravillosa que nosotros vamos a seguir disfrutando e interpretando. Guadalupe tiene 30 años y es música, pero ni Raúl ni yo la llevamos a los escenarios”.
El músico, compositor y cantante había nacido en el barrio porteño de Almagro pero se crió en Santiago del Estero. Se destacó como autodidacto, e integró Los Huanca Hua, el Cuarteto Sur y acompañó a Adolfo Abalos, Susana Rinaldi, Enrique Llopis y Hamlet Lima Quintana, recordó Télam. En los 90 lideró el Cuarteto Carnota, y sus composiciones eran grabadas y llevadas por los principales escenarios del mundo por Mercedes Sosa, Ángela Irene, Carlos Torres Vila, Chango Nieto, Ariel Ramírez, Jaime Torres y Los Chalchaleros. Compuso música para teatro y bandas musicales de películas extranjeras. Recibió numerosas distinciones, entre ellas el Konex de Platino. Su último CD, “Runa” (hombre en quichua) condensa milonga, huella, chacarera, huayno y vidala, consignó DyN.
Admiración y elogios
Según el músico Luis Pato Gentilini, Carnota supo bocetar e interpretar las claves del folclore santiagueño. “Logró esa identidad cultural, esa manera musical de expresar de la ancha franja del monte, entre el Dulce y el Salado. ‘Grito santiagueño’ es una zamba formidable, y también ‘Salamanqueando pa’ mí’ o el ‘Gatito de las penas’. Era bueno cantando y tocando, con buen desarrollo armónico, y era un melodista muy atinado”, sintetizó.
La noticia golpeó a Lucho Hoyos el día en que festejó sus 30 años con la música (le dedicó el recital de anoche). Amigo personal de Carnota, lo definió como “un artista que tuvo una mirada revolucionaria del folclore, que le dio una nueva sonoridad”. “Cuando lo escuché por primera vez, fue impresionante y entendí que se podía hacer el género de otra manera y por fuera de lo comercial”, agregó.
“Fue una fuerte personalidad en el folclore, un innovador, gran intérprete y compositor”, afirmó Ricardo Sbrocco, director del Coro Estable y de la Sinfónica de la UNT, cuyo arreglo coral de “Grito santiagueño” fue interpretado por coros de Argentina y de Europa.